La isla de Menorca fue declarada Reserva de la Biosfera en 1993 por la UNESCO. Ubicada en el centro de la cuenca del mar Mediterráneo, Menorca es la más septentrional de las islas del archipiélago balear. Su superficie es de aproximadamente 700 km2, y su longitud y anchura máxima es de casi 48 km y de 19,5 km respectivamente. La superficie insular es similar a la de otras islas como Madeira, La Palma, o Lanzarote, aunque su relieve es mucho más suave.
El paisaje de la isla está completamente condicionado por su estructura geológica. Aproximadamente la mitad meridional de la isla está constituida por una plataforma calcárea más o menos llana, interrumpida únicamente por varios barrancos de origen kárstico que drenan hacia el sur. Esta parte de la isla alberga el principal acuífero del que se abastece a la población y el riego agrícola. Por el contrario, la mitad norte de la isla es mucho más heterogénea y accidentada, está formada por un mosaico de substratos de diferente edad y composición mineralógica. Esta parte norte presenta amplias zonas con substratos impermeables, lo que facilita la formación de redes de drenaje superficial y de espacios inundados.
El clima de la isla es típicamente mediterráneo,con un verano cálido y seco, y un invierno suave donde las heladas son raras, con una temperatura media de 16,8ºC y una precipitación media próxima a los 600 mm. El viento dominante es el de componente norte, caracterizado por ser frío y seco. Es especialmente fuerte en otoño e invierno, cuando se pueden producir temporales muy duros que generan eventos puntuales de entrada de grandes cantidades de sal marina que llegan a cualquier punto de la isla. El viento y la sal moldean la vegetación, y los árboles aislados crecen asimétricamente dando lugar a las clásicas formas en bandera, que tan bien caracterizan el paisaje de Menorca.
En lo que a espacios protegidos se refiere, Menorca dispone de 46.660 ha (incluidas 8.664 ha marinas) integradas en la red Natura 2000 con declaración como LIC y/o ZEPA. La parte terrestre protegida a nivel europeo representa aproximadamente el 45,7% de la superficie de la isla.
El único parque natural declarado en la isla es el de S’Albufera des Grau. Fue aprobado en 1995 y posteriormente ampliado en 2003. Comprende una superficie terrestre de 3.331,5 ha y una superficie marina de 1.735,5 ha. En la costa norte de la isla fue establecida una reserva marina que comprende una superficie de 5.085,6 ha. Estos dos espacios protegidos son los únicos que disponen de un equipo de manejo y/o guardería permanente.
Por otra parte, entre las leyes autonómicas y el planeamiento territorial a nivel insular se ha protegido urbanísticamente cerca del 60% de la isla (solapadas en muchos casos con las áreas comentadas en los párrafos anteriores). Esta protección urbanística fue fundamental para la conservación del medio ambiente en la isla, al evitar la expansión de muchas urbanizaciones turísticas y de grandes obras de infraestructuras, y en definitiva para que Menorca pudiera ser declarada Reserva de la Biosfera.
El turismo el la principal actividad económica de la isla. Muchas de las razones que hacen que una persona quiera ir como turista a otro lugar suelen estar relacionadas con bienes intangibles, como puede ser el paisaje o la tranquilidad. Resulta de especial interés conocer las motivaciones que inducen a un turista a escoger Menorca como destino vacacional. Disponemos de encuestas turísticas realizadas por consultores especializados en los últimos años de las que se desprende lo siguiente: Los dos principales motivos por lo que los turistas escogen Menorca son «Sol y Playa» (39%) y «Naturaleza y Paisaje» (21,4%). Otros motivos importantes son la «Tranquilidad» (14,9%) y el «Clima» (13,4%).
Esta encuesta muestra hasta qué punto las playas son importantes para el turismo. Los turistas que visitan Menorca pasan un promedio de 58,8% de los días en actividades relacionadas con la playa, aunque para los españoles eso suponía el 71,3% de los días, y para los italianos el 85%. El OBSAM (Observatori de Sostenibilitat i Territori de la UIB) calculó que en un día de buen tiempo del mes de agosto pueden haber unas 20.000 personas tumbadas en la arena. Esto implica que, en un día de verano, más del 10% de las personas que se encuentran en la isla se están aglomerando sobre una superficie que suma menos del 0.05% del suelo insular.
Estos datos no hacen más que cuantificar una realidad que es conocida por todos, que las playas (y sus dunas, y la calidad del agua) son la base del sector turístico y del desarrollo económico de la isla. Pero también que la naturaleza y el paisaje, en sentido general, son una importante motivación para visitar la isla.
Por otra parte, la calidad de la vida de la isla se puede relacionar también con la calidad ambiental. Muchas de las actividades de ocio de los habitantes de la isla están directa o indirectamente relacionadas con actividades que tienen que ver con el medio ambiente. Y, seguramente, la propia identidad de la sociedad menorquina está estrechamente relacionada con las características ambientales de la isla donde viven. El mar, el viento, la vegetación, están tan íntimamente asociadas con el día a día (del ocio y también de los negocios) que se convierte en una seña de identidad.
La declaración de Reserva de la Biosfera fue y es una oportunidad y una obligación para aprender a utilizar los servicios que nos prestan los ecosistemas de forma sostenible, esto es, de forma que se pueda continuar haciendo de forma indefinida en el tiempo. En Menorca se han desarrollado políticas ambientales que pueden servir de ejemplo en este sentido pero, como no puede ser de otra manera, aún queda mucho por hacer.
Protegerla es nuestra responsabilidad. Cuidarla, nuestra obligación.
Ownerscars se enorgullece de celebrar junto a todos los residentes y foráneos el vigésimo aniversario de la isla de Menorca como Reserva de la Biosfera.